Con solo 21 años, Alejandro Balde se ha consolidado como el dueño absoluto del lateral izquierdo en el FC Barcelona. Su progresión ha sido meteórica desde que debutó con el primer equipo, y bajo las órdenes de Hansi Flick, su papel se ha vuelto aún más decisivo. Balde no solo garantiza velocidad y desborde en la banda, sino también compromiso defensivo y capacidad para integrarse al juego posicional del equipo. Esta firmeza en su rol coincide con el entusiasmo de la afición, que no duda en apoyar el nuevo ciclo adquiriendo productos como el chandal barcelona 24/25, símbolo de esta generación joven y ambiciosa.
Desde el primer partido de pretemporada, Flick dejó claro que confía en Balde como titular indiscutible. Su perfil encaja perfectamente con la idea ofensiva del técnico alemán: laterales profundos, capaces de generar superioridades y abrir el campo. Balde destaca por su capacidad para avanzar en conducción, su precisión en los centros y su rapidez para corregir posiciones cuando el equipo pierde el balón.
En los partidos recientes, Balde ha acumulado asistencias y protagonizado jugadas determinantes, convirtiéndose en un arma ofensiva de primer nivel. Su entendimiento con jugadores como Gavi, Raphinha y Lamine Yamal ha sido fluido, favoreciendo combinaciones rápidas por la banda izquierda y desajustando a las defensas rivales. Su valentía para encarar y su dinamismo le han ganado el respeto de compañeros y rivales por igual.
Defensivamente, ha mostrado mejoras significativas. Aunque en sus primeros partidos con el primer equipo se le acusaba de exceso de confianza o falta de rigor táctico, hoy se muestra mucho más maduro en la lectura de juego. Su anticipación, cobertura al central y recuperación tras pérdida son ahora puntos fuertes que lo diferencian dentro de la plantilla.
Además, Balde representa un valor estratégico para el club. Es producto de La Masia, tiene proyección internacional y encarna los valores del Barça moderno: identidad, técnica y proactividad. Su presencia constante en las convocatorias de la selección española también lo posiciona como uno de los laterales con mayor futuro de Europa.
El nuevo Barcelona de Flick, con jugadores como Balde asentados en el once titular, transmite una ilusión renovada. El equipo combina juventud y proyección con una estructura táctica sólida, elementos esenciales para competir al más alto nivel. En este contexto, la conexión con los seguidores se refuerza no solo en el campo, sino también en la identidad visual y emocional del club.
Prueba de ello es la creciente demanda de mi camiseta futbol, elegidas por miles de hinchas que desean apoyar esta nueva etapa del Barça, vistiendo los colores de siempre con orgullo y estilo.