La vertiente masculina del New Look fue el llamado «estilo neoeduardiano», que buscaba recuperar la elegancia de los trajes de la Belle Époque. Este tipo de vestido se asoció con la elegancia y la sofisticación, y se convirtió en el arquetípico de las fiestas de graduación de las adolescentes estadounidenses, así como uno de los favoritos para vestidos nupciales. Aparecieron las primeras modistas de raza negra, como Anne Cole Lowe y Zelda Wynn Valdes. Las productoras de cine tenían sus propios diseñadores de moda, que crearon tendencia con sus diseños, entre los que destacaron Adrian y Travis Banton; en ocasiones contrataron a famosas modistas europeas, como Coco Chanel y Elsa Schiaparelli. Rabanne también experimentó con nuevos materiales, como su vestido de placas de Rhodoid (plástico de acetato de celulosa) de 1966, elaborado con cortadores de metal, alicates y soplete. Diseñadores como André Courrèges, Pierre Cardin y Paco Rabanne lanzaron una serie de prendas y complementos confeccionados con estos nuevos materiales, aunados a la utilización de piezas metálicas.
Pionero en el reciclaje de materiales, fue considerado un iconoclasta de la moda. En esta década, caracterizada por la carrera espacial, surgió la moda futurista, que se basó en el uso de fibras sintéticas. Me encuentro en un momento muy bueno de mi carrera. En la gran pelea, Gokū lo vence con facilidad; y se vuelve bueno tras aprender su lección. Creó el vestido popover, pensado para la mujer de clase media, que se ponía sobre la ropa para protegerla mientras se realizaban tareas domésticas. La juventud buscaba una imagen propia y distintiva, un estilo que les correspondiese solo a ellos. También creó unas chaquetas en las que combinaba telas con metal y vinilo, con cuadros estilo op art. En este caso los pantalones son totalmente verdes mientras que en las medias predomina el tono verdoso pero también incorpora detalles en rosa. En estos años empezó a despuntar la moda inglesa, con un tono más vanguardista que la francesa, como los estampados geométricos inspirados en el op art o las prendas que imitaban los trajes de los astronautas. Era un traje de baño compuesto por un sujetador y una braguita ceñidos, que pese a causar un escándalo inicial enseguida se popularizó, sobre todo gracias a celebridades como Brigitte Bardot.
Estos años también vieron el surgimiento de la moda afroamericana, con una primera seña de identidad: el traje zoot, un traje holgado pero estrecho en la cintura y los bajos. Por entonces surgió en Estados Unidos un estilo más sencillo promovido por figuras como la actriz Audrey Hepburn o la primera dama Jacqueline Bouvier Kennedy. Los 1930 fueron los años dorados del cine de Hollywood, que se convirtió en un gran escaparate para la moda, gracias al glamour de actrices como Mae West, Carole Lombard, Joan Crawford, Claudette Colbert y Jean Harlow. El influjo del glamour hollywoodiense se trasladó a otros terrenos, como el de la cosmética, sobre todo gracias a la labor de Max Factor. Fue amonestado por Gil Manzano y en su acta reflejó las observaciones del central. Central Alemana de Turismo (DZT), Petra Hedorfer. Numerosos modistos diseñaron este tipo de prendas, como Jean Patou, que ideó un vestido sin mangas con falda plisada hasta la rodilla para la tenista Suzanne Langlen. Una innovación fue la minifalda, ideada por Mary Quant, quien también introdujo el uso de leotardos en el vestir diario, una prenda usada hasta entonces para el deporte.
En este período surgieron las bermudas, unos pantalones hasta la rodilla llamados así por las islas homónimas, un lugar frecuente de veraneo durante los años 1930 y 1940, en el que estaba prohibido que las mujeres llevasen las piernas descubiertas. ↑ Sandoval, Carol. «4 formas en las que Madonna cambió el mundo para las mujeres ¡ La moda hippy desapareció en los años 1970, pero sus formas siguen inspirando a numerosos diseñadores, principalmente en cuanto a faldas fluidas de gasa, chalecos de cuero, superposición de prendas y mezclas de tejidos y estampados. En esa época, surgieron en Estados Unidos las prendas de moda de confección, unas prendas estandarizadas que, frente a las hechas a medida, permitían abaratar los costes, un concepto lanzado en 1928 por Hattie Carnegie. En estas décadas la ropa deportiva evidenció un notable auge, especialmente en actividades como la natación, el tenis, la hípica, el golf y el esquí, para las que se desarrollaron prendas específicas. El resultado, el habitual: eliminados en cuartos de final por Italia (2-1) tras jugar como nunca y perder como siempre. Courrèges lanzó en 1964 su colección Moon Girl, formada por minivestidos de telas densamente tejidas, así como pantalones y túnicas, gorros parecidos a cascos de astronauta, botas acolchadas o calzado plano de charol.
Una vertiente de estos estilos universitarios fue el estilo Ivy League, en el que destacaban los jerséis Letterman, que se caracterizaban por llevar una letra bordada, que se complementaban con camisas de cuadros, pantalones chinos y chaquetas Harrington. Compraba camisetas baratas y las cortaba, se ponía ropa que le venía grande, pantalones de hombre, zapatos de tacón y cintas en el pelo. Consulta nuestro servicio de sublimación de camisetas, entra en nuestra sección de camisetas de sublimación y déjate sorprender por todo lo que podemos hacer por ti a partir de ahora. Lo hizo con una pequeña novedad en la camiseta respecto al Mundial de nuestro país: en vez de tres rayas en las mangas de las camisetas, eran dos y de menos grosor. Continuó la estela de estos tres diseñadores el estadounidense Rudi Gernreich, que trabajó también con el vinilo y el plástico; en 1962 lanzó el monokini, un bañador sin la parte de arriba. También nació el concepto de piezas de guardarropa intercambiables, piezas separadas que permitían numerosas combinaciones entre ellas.